Para explicarlo mejor, vamos a poner un ejemplo de uso. Para empezar imagina ser el profesor o la profesora. Estás en tu casa y tienes ya preparado los documentos de temario y actividades que pondrás a tus alumnos el próximo día, pero en este caso, en vez de imprimirlos en papel, simplemente los subes a una nube.
Al día siguiente en el aula, enciendes tu pantalla interactiva y descargas tus documentos previamente subidos a la nube. ¡Ya estarás list@ para dar clase!
Empiezas abriendo el tema de hoy. Con un simple gesto de manos amplias bien la imagen para que tus alumnos del fondo de la clase puedan ver mejor, coges uno de los rotuladores y procedes a escribir con máxima precisión sobre el propio documento gracias a la tinta electrónica mientras explicas el tema a tus alumnos.
¡Es hora de hacer una actividad! Podrás hacerlo directamente sobre una pizarra blanca o sobre un documento. Pide a 1, 2 o más alumnos que se acerquen a la pizarra y cojan un rotulador. Si se equivocan, podrán borrar la tinta electrónica simplemente con la palma de la mano ¡Se acabó gastar y mancharse con tizas!. Además, podrás guardar los documentos modificados y actividades realizadas con un simple toque.
En el caso de que tus alumnos cuenten con una tablet o portátil personal, podrán conectarse a la pantalla y visualizar en tiempo real lo que se muestra en ella en sus propios dispositivos. Y lo mejor es que podrán colaborar entre ellos y el profesor de forma rápida y fácil. Para las actividades ya no necesitarás que se levanten a la pizarra, simplemente podrán hacerlo desde su dispositivo. Incluso podrán participar todos a la vez en la actividad en solitario o creando grupos desde la propia pantalla.
No todo se reduce a visualizar documentos y hacer actividades, sino que es posible reproducir vídeos ¡Y escribir sobre ellos!, música, navegar por Internet, crear encuestas y ¡mucho más!